echolatino
Anmeldedatum: 08.12.2006 Beiträge: 42 Wohnort: Essen
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Verfasst am: Fr Dez 17, 2010 5:12 am Titel: echolatino de/Discurso de Steven Jobs fundador de Apple |
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Discurso de Steven Jobs fundador de Apple
De antemano, les pido sean indulgentes con mi traducción.
Y aquí va Jobs:
“Tengo el honor de estar con ustedes hoy en la ceremonia de graduación de
una de las mejores universidades del mundo. Nunca me gradué de una
universidad. La verdad sea dicha, esto es lo más cerca que he estado de una
graduación universitaria. Hoy quiero contarles tres historias de mi vida. Es
todo. No es gran cosa. Solo tres historias.
La primera historia es sobre conectar los puntos. (Agregado del traductor:
cómo experiencias pasadas en tu vida, aparentemente intrascendentes o
aisladas, se conectan con otras en formas inesperadas).
Yo me retiré de Reed College después de los seis primeros meses, pero luego
permanecí dando vueltas por allí 18 meses antes de salir realmente. ¿Por qué
me retiré?
Comenzó antes de que yo naciera. Mi madre biológica era una joven soltera
graduada de la universidad, y decidió ofrecerme en adopción. Pensaba con
vehemencia que yo debería ser adoptado por graduados universitarios, así que
todo estuvo arreglado para que así fuera, por parte de un abogado y su
esposa. Excepto que cuando nací decidieron a última hora que realmente
querían una niña. Así que mis padres, otra pareja que estaba en una lista de
espera, recibieron una llamada en medio de la noche preguntando: “Tenemos un
niño inesperado, ¿lo quieren?”. Ellos dijeron: “¡Claro!”. Mi madre biológica
más tarde se dio cuenta de que mi madre nunca se había graduado de la
universidad y que mi padre no se había graduado del bachillerato. Ella se
rehusó a firmar los papeles finales de adopción. Solo se ablandó unos meses
después cuando mis padres prometieron que yo iría algún día a la
universidad.
Y 17 años después fui a ella. Pero ingenuamente escogí una que era casi tan
cara como Stanford, y todos los ahorros de mis padres de clase trabajadora
fueron gastados en mi matrícula. Después de seis meses, no pude ver el
valor. No tenía ni idea qué quería hacer con mi vida y cómo la universidad
iba ayudarme a resolverlo. Y estaba aquí gastando todo el dinero que mis
padres habían ahorrado en su vida. Así que decidí retirarme y confiar en que
todo saldría bien. Fue un poco aterrador en aquel tiempo, pero mirando
retrospectivamente fue una de las mejores decisiones que he tomado. Al
momento en que me retiré pude dejar de tomar las clases obligatorias que no
me interesaban e ingresé a otras que lucían interesantes.
No todo fue romántico. No tuve un dormitorio, así que me acosté en el suelo
de las habitaciones de mis amigos, reciclé latas de Coca-Cola por cinco
centavos para comprar comida, y caminé siete millas cada domingo para
conseguir una buena comida en el templo de Hare Krishna. Lo amaba. Y muchas
de las cosas con las que tropecé siguiendo mi curiosidad e intuición se
convirtieron en invaluables más tarde. Déjenme darles un ejemplo:
Reed College en esa época ofrecía quizás la mejor instrucción de caligrafía
en Estados Unidos. A través del campus, cada cartel, cada sello en cada
gaveta estaba hermosamente caligrafiado a mano. Dado que me había retirado y
no tenía que tomar las clases normales, decidí tomar una de caligrafía para
aprender cómo hacer esto. Aprendí sobre las tipografías serif y san serif,
sobre la variación de la cantidad de espacio entre diferentes combinaciones
de letras, sobre lo que hace grande a una tipografía grande. Era hermoso,
histórico, artísticamente sutil en una forma en que la ciencia no puede
capturar, y yo lo encontré fascinante.
Nada de esto tenía siquiera una esperanza de aplicación práctica en mi vida.
Pero años después, cuando estábamos diseñando el primer computador
Macintosh, todo ello regresó a mí. Y lo diseñamos en el Mac. Fue el primer
computador con tipografía hermosa. Si no hubiera ingresado en ese simple
curso en la universidad, el Mac nunca habría tenido múltiples tipografías o
fuentes proporcionalmente espaciadas. Y ya que el Windows solo copió el Mac,
es probable que ningún computador personal las hubiera tenido. Si nunca me
hubiera retirado, nunca hubiera ingresado en esta clase de caligrafía, y los
computadores personales podrían no tener la hermosa tipografía que tienen.
Claro, era imposible conectar los puntos (experiencias) proyectándolos hacia
adelante cuando estaba en la universidad. Pero fue muy, muy claro, mirando
atrás diez años después. De nuevo. No puedes conectar puntos (experiencias)
mirando adelante; solo puedes conectarlos mirando atrás.
Así que tienes que confiar en que los puntos se conectarán de alguna forma
en el futuro. Tienes que confiar en algo – tus tripas, el destino, la vida,
el karma, lo que sea-. Esta aproximación nunca me ha decepcionado, y ha
hecho toda la diferencia en mi vida.
Mi segunda historia es sobre amor y pérdida.
Fui afortunado: encontré temprano lo que amaba hacer en la vida vida. Steve
Wozniak ‘Woz’ y yo comenzamos la empresa Apple en el garaje de mis padres
cuando yo tenía 20 años. Trabajamos duro, y en 10 años Apple había pasado de
ser solo nosotros dos en un garaje a una compañía de 2.000 millones de
dólares con más de 4.000 empleados. Habíamos presentado nuestra más fina
creación –el Macintosh- un año antes, y yo apenas llegaba a los 30. Y
entonces fui despedido. ¿Cómo puede ser despedido de la compañía que usted
mismo creó? Bien, mientras Apple crecía empleamos a alguien que pensé era
muy talentoso para manejar la compañía conmigo, y durante el primer año o
más las cosas estuvieron bien. Pero entonces nuestras visiones del futuro
comenzaron a apartarse hasta que tuvimos una discusión. Cuando ocurrió,
nuestra junta de directores lo apoyó a él. Así que a los 30, estaba fuera. Y
muy públicamente. Lo que había sido el foco de toda mi vida adulta se había
ido, y fue devastador.
No supe realmente qué hacer por algunos meses. Sentí que había dejado por el
suelo a la generación previa de empresarios, que dejé caer la posta mientras
me la pasaban. Conocí a David Packard y Bob Noyce y traté de disculparme por
haber errado tan gravemente. Fue un fracaso muy público, e incluso pensé
irme del valle (Silicon Valley). Pero algo comenzó lentamente a despertar en
mí –todavía amaba lo que hacía-. El giro de los eventos en Apple no había
cambiado eso en nada. Había sido rechazado, pero estaba todavía enamorado. Y
decidí comenzar de nuevo.
No lo vi entonces, pero es cierto que haber sido despedido de Apple fue la
mejor cosa que pudo haberme pasado. El letargo de ser exitoso fue
reemplazado por la claridad de ser un principiante de nuevo, menos seguro de
todo. Me liberó para entrar a uno de los periodos más creativos de mi vida.
Durante los siguientes cinco años, comencé una compañía llamada NeXT, otra
llamada Pixar, y me enamoré de una asombrosa mujer que llegaría a ser mi
esposa. Pixar continuó para crear la primera película animada completamente
por computador, Toy Story, y ahora es el estudio de animación más exitoso
del mundo.
En un giro sorprendente de eventos, Apple compró NeXT, yo retorné a la
compañía, y la tecnología que desarrollamos en NeXT es el corazón de su
actual renacimiento. Y Laurene y yo tenemos juntos una maravillosa familia.
Estoy seguro de que nada de esto hubiera pasado si no hubiera sido despedido
de Apple. Era una medicina de horrible sabor, pero supongo que el paciente
la necesitaba. Algunas veces, la vida te golpea en la cabeza con un
ladrillo. No pierdas la fe. Estoy convencido de que la única cosa que me
mantenía fue que yo amaba lo que hacía. Tienes que encontrar lo que amas. Y
eso es cierto tanto para tu trabajo como para tus amantes. Tu trabajo va a
llenar una gran parte de tu vida, y la única forma de estar verdaderamente
satisfecho es hacer lo que crees que es un gran trabajo. Si no lo has
encontrado todavía, sigue buscando. No te conformes. Como en todos los
asuntos del corazón, sabrás cuándo lo encuentres. Y como cualquier gran
relación, solo mejora mientras los años pasan. Así que sigue buscando hasta
que lo encuentres. No te conformes.
Mi tercera historia es sobre la muerte
Cuando tenía 17 años, leí una cita que decía algo así como: “Si vives cada
día como si fuera el último, algún día seguramente estarás en lo correcto”.
Esto me impresionó, y desde entonces, los pasados 33 años, me he mirado en
el espejo cada mañana y me he preguntado a mí mismo: “Si hoy fuera el último
día de mi vida, ¿desearía hacer lo que estoy a punto de hacer?”. Y como
quiera que la respuesta por muchos días en fila ha sido “No”, sé que tengo
que cambiar algo.
Recordar que estaré muerto pronto es la más importante herramienta que he
encontrado para hacer grandes elecciones en mi vida. Porque casi todo – las
expectativas externas, todo orgullo, todo temor de vergüenza o falla- estas
cosas desaparecen al enfrentar la muerte, dejando solo lo verdaderamente
importante. Recordar que vas a morir es la mejor forma que conozco para
evitar la trampa de pensar que tienes algo que perder. Siempre estás
desnudo. No hay razón para no seguir tu corazón.
Hace cerca de un año se me diagnosticó cáncer. Tuve una escanografía a las
7:30 de la mañana, y claramente mostraba un tumor en mi páncreas. Ni
siquiera sabía qué era un páncreas. Los doctores me dijeron que casi
seguramente era un tipo de cáncer incurable, y que no debería esperar vivir
más de tres o seis meses. Mi doctor me aconsejó ir a casa y poner en orden
mis asuntos, que es el código médico para prepararse para la muerte. Eso
significa tratar de decir a tus hijos en solo unos meses todo lo que
pensaste tendrías que decirles en los próximos 10 años. Significa asegurarte
de que todo está ajustado de forma tal que sea lo más fácil posible para tu
familia. Significa despedirse.
Viví con el diagnóstico todo el día. Esa noche tuve una biopsia, en la que
metieron un endoscopio a través de mi garganta, estómago e intestinos,
pusieron una aguja en mi páncreas y tomaron algunas células del tumor.
Estaba sedado, pero mi esposa, quien estaba allí, me dijo que cuando ellos
vieron las células bajo el microscopio los doctores comenzaron a llorar al
darse cuenta de que era una rara forma de cáncer pancreático que es curable
con cirugía. Tuve la cirugía y estoy bien ahora.
Esto es lo más cerca que he estado de enfrentar la muerte, y espero que lo
sea por algunas décadas más. Haberlo superado me permite decirles esto con
un poco más de certeza que cuando la muerte era un concepto útil pero
puramente intelectual:
Nadie quiere morir. Incluso la gente que desea ir al cielo no desea morir
para ir allí. Y sin embargo la muerte es un destino que todos compartimos.
Nadie ha escapado a ella. Y es como debería ser, porque ‘La Muerte’ es
probablemente la mejor invención de La Vida. Es el agente de cambio de la
vida. Saca lo viejo para hacer camino a lo nuevo. Ahora lo nuevo son
ustedes, pero algún día, no lejos de ahora, ustedes llegarán a ser
gradualmente lo viejo y serán sacados. Siento ser tan dramático, pero es
cierto.
El tiempo de ustedes está limitado, así que no lo desperdicien viviendo la
vida de otros. No sean atrapados por el dogma, que es vivir con los
resultados del pensamiento de otra gente. No dejen que el ruido de las
opiniones de otros acallen su propia voz. Y más importante, tengan el coraje
de seguir su corazón e intuición. Ellos de alguna forma ya saben lo que
ustedes verdaderamente quieren llegar a ser.
Todo lo demás es secundario.
Cuando yo era joven, había una publicación llamada ‘The Whole Earth Catalog’
(El catálogo completo de la Tierra’), que fue una de las biblias de mi
generación. Fue creada por un colega llamado Stewart Brand, no lejos de
aquí, en Menlo Park, y la trajo a la vida con un toque poético. Esto fue a
finales de los 1960, antes de los computadores personales y la edición de
escritorio, así que fue hecha con máquinas de escribir, tijeras y cámaras
polaroid. Fue algo parecido a Google en papel periódico, 35 años antes de
que Google viniera: fue idealista, muy abundante en herramientas pulcras y
grandes nociones.
Stewart y su equipo publicaron varios números del ‘The Whole Earth Catalog’
y luego, cuando había hecho su camino publicaron un número final. Fue a
mediados de los años 1970, y yo tenía la edad que tienen ustedes. En la
contraportada de su número final había una fotografía de un camino del país,
temprano en la mañana, de la clase que ustedes podrían encontrar haciendo
auto stop si fueran aventureros. Debajo estaban las palabras: “Permanece
hambriento. Permanece necio”. Fue su mensaje de despedida. Y siempre he
deseado eso para mí mismo. Y ahora, mientras empiezan aquí de nuevo, deseo
eso para ustedes.
“Permanezcan hambrientos. Permanezcan necios”
Junio de 2009
(Versión en inglés)
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